Felipe Castro Zamarripa
La Escuela de Educación
Especial todavía está esperando que después de 28 meses, el “empresario” Salomón
Narbaez Martin del Campo, pague los 7,180 pesos que le debe por concepto de
comisión de los boletos que la comunidad escolar vendió para una lucha libre
que, supuestamente, era a beneficio de la institución.
El espectáculo de lucha
libre organizado por Salomón Narbaez tuvo lugar en diciembre de 2009.
Previamente invitó a la Escuela de Educación Especial ha vender boletos para
obtener un beneficio económico, a través de una comisión pactada.
La comunidad escolar logró
vender 300 boletos para niño y 59 para adulto, y le entregó el dinero de la
venta al “empresario”, pero aunque este prometió volver a “hacer cuentas” es fecha
y hora que no regresa.
Aunque el benefactor de
instituciones públicas conoce los números a la perfección, aquí hacemos un
recuento porque las cuentas están muy claras.
Vendieron 59 boletos de
adulto (a un valor de 100 pesos) lo que da 5,900 pesos. Mas 300 boletos para
niño (a un valor de 40 pesos) significan 12,000 pesos. Una venta total de
17,900.
De acuerdo a lo pactado,
a la escuela le correspondían 1,180 pesos de la venta de los boletos de adulto
y 6,000 pesos de la venta de los boletos para niños. 7,180 pesos en total.
El dinero le fue
entregado a Salomón Narbaez en tres tantos: Antes de la lucha libre le
entregaron 6,200 pesos. Durante la lucha libre le dieron 7,800 y
posteriormente, en la escuela, cuando volvió por los boletos no vendidos, le
entregaron 3,550. Haciendo un total de 17, 550 pesos.
Hay que decir que la
Escuela de Educación Especial solo se quedó con 350 pesos, recolectados después
de esa ocasión y bueno, por esos 350 pesos ya no volvió el empresario.
La dirección de la escuela
pidió la ayuda de la Presidencia Municipal para recuperar su dinero. El caso lo
tomó el departamento Jurídico en 2010, pero no pasó nada. Personal del Jurídico
explicó a la dirección de la escuela que Salomón Narbaez era ilocalizable, que
no conocían su dirección.
Es un dato curioso,
luego que el susodicho “ilocalizable” ha organizado las fiestas de Marzo en
2011 y 2012 y otra feria en octubre del año pasado, durante los Juegos
Panamericanos.
El “empresario” alega a
su favor que no le regresaron algunos boletos no vendidos. Y que podrían haber
sido usados. La escuela dice que ni siquiera los que compraron los boletos
fueron al espectáculo.
Realmente los pagaron solo por ayudar a la escuela, sin
intenciones de acudir al lienzo charro.
Ahora que Salomón
Narbaez Martin del Campo pretende que el ayuntamiento le otorgue la
organización de la Feria de Lagos 2012, la comunidad escolar de la Escuela de
Educación Especial espera que –si logran localizarlo- cuando menos los
regidores y el presidente municipal Marco Octavio Gonzalez Ortiz, le recuerden
que cumpla su palabra y regrese a los estudiantes de la institución el dinero
que se ganaron con su esfuerzo.
Que regrese el dinero a
la Escuela de Educacion Especial antes que le pudieran otorgar la concesión de
la Feria de Lagos, porque si promete que lo pagará después, ya sabemos que no
será así.
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